Los desgarros de meniscos están entre las lesiones más comunes de la rodilla. Los atletas, en particular aquellos que practican deportes de contacto físico, corren el riesgo de desgarros de meniscos. Sin embargo, cualquier persona de cualquier edad puede desgarrarse un menisco. Cuando la gente habla de cartílagos desgarrados de la rodilla, generalmente se están refiriendo a un menisco desgarrado.
La manera en que su cirujano ortopédico trate su desgarro dependerá del tipo de desagarro que usted tenga, su tamaño y ubicación.
El tercio exterior del menisco tiene abundante abastecimiento de sangre. Un desgarro en esta zona “roja” puede sanarse por sí solo, o a menudo puede repararse con cirugía. Un desgarro longitudinal es un ejemplo de esta clase de desgarre.
En contraste, los dos tercios interiores del menisco carecen de abastecimiento de sangre. Sin los nutrientes de la sangre, los desgarros en esta zona “blanca” no pueden sanarse. Estos desgarros complejos a menudo son en cartílagos delgados y desgastados. Puesto que los pedazos no pueden volver a crecer juntos, los desgarros en esta zona generalmente son recortados quirúrgicamente.
Junto con el tipo de desgarro que usted tenga, su edad, el nivel de actividad y cualquier lesión relacionada serán tomados en cuenta en el plan de su tratamiento.
Si su desagarro es pequeño y en el borde exterior del menisco, tal vez no requiera reparación quirúrgica. Mientras que sus síntomas no persistan y su rodilla esté estable, el tratamiento no quirúrgico puede ser todo lo que usted necesite.
Si sus síntomas persisten con el tratamiento no quirúrgico, su doctor puede sugerir la cirugía artroscópica.
La artroscopia de la rodilla es una de las operaciones quirúrgicas más comunes. En ella, una cámara en miniatura se inserta mediante una pequeña incisión. Esto provee una clara vista del interior de la rodilla. Su cirujano ortopédico inserta instrumentos quirúrgicos en miniatura por medio de otras pequeñas incisiones para recortar o reparar el desgarro.
En esta operación, el tejido dañado del menisco es recortado.
Algunos desgarros de los meniscos pueden repararse suturando (poniendo puntos) los pedazos desgarrados. Si un desgarro puede tratarse exitosamente con la reparación depende del tipo de desgarro, y la condición en general del menisco dañado. Debido a que el menisco debe sanar hasta que quede junto, el tiempo de recuperación de una reparación es mucho más que el de una meniscectomía.
Después de la operación, su doctor podría enyesar su rodilla o poner un aparato ortopédico para que no se mueva. Si usted ha tenido una operación a los meniscos, necesitará usar muletas alrededor de un mes para quitarle el peso a su rodilla.
Una vez que se ha completado la sanidad inicial, su doctor recetará que haga ejercicios de rehabilitación. Es necesario hacer ejercicios con regularidad para restaurar el movimiento y la fuerza de su rodilla. Usted empezará con ejercicios para mejorar su rango de movimiento. Se añadirán gradualmente a su plan de rehabilitación los ejercicios para el fortalecimiento.
Mayormente, la rehabilitación puede llevarse a cabo en casa, aunque su doctor puede recomendar la terapia física. El tiempo de rehabilitación para una reparación de meniscos es alrededor de 3 meses.